David Moya
Toda aventura tiene un punto de partida. Mi primer disco está cargado de inocencia y atrevimiento. Hay tanta verdad en él como imperfección. Amigos tocando y vibrando juntos al compás de nuestros jóvenes corazones.
A la deriva producciones nos brindó la oportunidad de entrar por vez primera a un estudio. Fue inolvidable. Eran tiempos de pelo y noches largas, de derramarse en cada verso. Tiempos de probar y descubrir, de atreverse, equivocarse y aprender.